RELACIONES FAMILIARES: MEDIACIÓN INTERGENERACIONAL.
Nos encontramos ante una sociedad cambiante en muchos ámbitos, entre ellos, la familia. Actualmente las dinámicas familiares se ven condicionadas y directamente influidas, e incluso necesitadas, de los abuelos y abuelas. El papel que juega este colectivo es tan importante como invisible, si bien es cierto que tienen otras necesidades más urgentes, las dificultades que encuentran en las relaciones familiares no se tienen a penas en cuenta.
Los abuelos forman parte de diversas situaciones, tanto en familias intactas como en parejas separadas. Apoyo económico y soporte "logístico" en el cuidado de los hijos/as a cargo son tareas que se les presuponen; sin embargo, no debemos olvidar que, además, el desarrollo psicológico de los menores será tanto mejor cuanto más variadas y armónicas sean las relaciones en su ambiente más cercano, beneficiándose del apego y cariño que los familiares cercanos les puedan aportar. Además de proporcionar indudables efectos positivos a nivel emocional, así como mejora en autoconcepto y autoestima, los abuelos se convierten en transmisores de valores, cultura y conocimientos.
Como en todas las relaciones interpersonales, también surgen disputas o enfrentamientos con los abuelos/as, siendo ellos en ocasiones parte del conflicto o, por el contrario, estando involucrados indirectamente o ejerciendo de mediadores informales. Por ejemplo, familias intactas que requieren de su ayuda y hay discrepancia en las pautas educativas padres-abuelos, parejas divorciadas que requieren de su ayuda para la organización o recogida en las visitas, menores que no pueden ser atendidos por sus padres y conviven con los abuelos... La lista se alarga si tenemos en cuenta las circunstancias específicas en cada situación, llegando al supuesto de abuelos dependientes cuyos hijos necesitan decidir cómo organizar su cuidado.
Ante tales conflictos tan sumamente emocionales como complejos, ¿la mediación podría ayudar? Sin duda, todas las personas que conocen la mediación responderían que sí. Conseguir que los abuelos y sus hijos se escuchen, conozcan los intereses y motivaciones que les llevan a tomar las decisiones, serviría para convertir el conflicto en una fuente de aprendizaje y mejora de la relación, ya que normalmente el objetivo es común, aunque el camino sea diferente.
Pilar Gandía Herrero.
Coordinadora del Grupo de Trabajo de Mediación del Colegio Oficial de Psicólogos de la Región de Murcia.